Simplemente eres el sol que ilumina mis días y contamina mi aire de amor, no sé cómo explicar lo inexplicable de este sentimiento tan profundo, como el mar de tus deseos, donde naufrago en este velero de pasión, muriendo lentamente en tus brazos y descansando en tus lagrimas saladas de tanta injusticia de nuestro tirano tiempo, donde los segundos se nos hacen años y los años juntos se convierten en milésimas de segundos.
¿Podría pedir un pelegrino un amor tan fugaz como el nuestro? Esa es la cuestión de nuestras diferencias y terminamos en la ironía de los días por no compartir un rato mas, como solución a este deseo incomprendido, seria morir en tus pensamientos y comprender las maravillas de la vida los momentos divinos y los frutos de nuestras raíces, tal vez soñar una vez más con la felicidad eterna y el agobiante sufrimiento deje de invadir nuestra intimidad.
Pero la realidad vuelve a esfumar este sueño y volvemos a caer en el sentido común de la vida, ¿qué más puede pedir uno? si los dos complementamos muy bien y en la suma de los proyectos como resultado dan un amor sincero, verdadero, con una coma que abarca el te quiero, con un par de decimales que completan tu cuenta y mueren en la multiplicación de nuestros anhelados momentos.
¿Qué más puede pedir un pelegrino? Si todo lo que tiene sentido en esta vida de sucesos es estar a tu lado y vivir felices con un simple TE AMO
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