sábado, 23 de abril de 2011

El mundo entero es escenario

Todo el mundo es un escenario,Y todos los hombres y mujeres son actores;Tienen sus salidas y sus entradas,Y un hombre de su tiempo juega muchas partes,Sus actos son siete edades. Al principio, el niño,Lloriqueando y vomitando en los brazos de la enfermera.Entonces, el estudiante lloriqueos, con su mochilaY la cara por la mañana brillante, arrastrándose como caracolesDe mala gana a la escuela. Y luego el amante,Suspirar como horno, con una balada lamentableHizo a su amante ‘ceja. Entonces, un soldado,Llena de extraños juramentos y barbado, como el leopardo,Celoso, en honor, súbita y rápida en la disputa,La búsqueda de la reputación de la burbujaIncluso en la boca del cañón. Y entonces la justicia, laEn el vientre redondo justo con capón bien alineados,Con los ojos severos y la barba de corte formal,Completa de las sierras de sabios y los casos modernos;Y así, él juega su parte. Los cambios sexta edadEn el pantalón delgado y zapatillas,Con las gafas sobre la nariz y la bolsa en el lado;Su manguera de juventud, bien guardado, un mundo demasiado amplioPor su vástago reducido, y su voz varonil grande,Volviendo de nuevo hacia los agudos infantiles, tuberíasY los silbidos en su sonido. Última escena de todos,Que termina esta historia llena de acontecimientos extraños,Es la segunda infancia y mero olvido,Sin dientes, sin ojos, sin gusto, sin nada.

Todo el mundo es un escenario,

Y todos los hombres y mujeres son actores;

Tienen sus salidas y sus entradas,

Y un hombre de su tiempo juega muchas partes,

Sus actos son siete edades. Al principio, el niño,

Lloriqueando y vomitando en los brazos de la enfermera.

Entonces, el estudiante lloriqueos, con su mochila

Y la cara por la mañana brillante, arrastrándose como caracoles

De mala gana a la escuela. Y luego el amante,

Suspirar como horno, con una balada lamentable

Hizo a su amante ‘ceja. Entonces, un soldado,

Llena de extraños juramentos y barbado, como el leopardo,

Celoso, en honor, súbita y rápida en la disputa,

La búsqueda de la reputación de la burbuja

Incluso en la boca del cañón. Y entonces la justicia, la

En el vientre redondo justo con capón bien alineados,

Con los ojos severos y la barba de corte formal,

Completa de las sierras de sabios y los casos modernos;

Y así, él juega su parte. Los cambios sexta edad

En el pantalón delgado y zapatillas,

Con las gafas sobre la nariz y la bolsa en el lado;

Su manguera de juventud, bien guardado, un mundo demasiado amplio

Por su vástago reducido, y su voz varonil grande,

Volviendo de nuevo hacia los agudos infantiles, tuberías

Y los silbidos en su sonido. Última escena de todos,

Que termina esta historia llena de acontecimientos extraños,

Es la segunda infancia y mero olvido,

Sin dientes, sin ojos, sin gusto, sin nada.


fuente: reinodeamor.net

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